Nos gusta crear con nuestras propias manos aquello que
necesitamos. Y lo que no podemos crear nosotras mismas lo
adquirimos de alguién que así lo ha hecho. Nos gusta consumir
con responsabilidad, sabiendo de donde vienen los productos, e
intentando que nuestra adquisición sea lo más justa y ecologica
posible. Es una forma de luchar contra el basto imperio del
consumismo que tanto daño hace a nuestro planeta y a las
personas explotadas por el primer mundo.
También queremos explorar nuevas formas de economía más justas y
ecológicas.